Robert Guerin, primer presidente de la FIFA dijo lo siguiente: “el aire se compone de nitrógeno, oxígeno y publicidad”. Y eso es porque la publicidad empezó a formar parte de nuestras vidas cotidianas y nuestro entorno desde el mismo momento del nacimiento de la civilización. Ya los romanos anunciaban sus productos mediante grabados o pinturas en las paredes, y los productos artesanales llevaban el “marchamo” gravado para diferenciar a los artesanos con mejor reputación. Ahora le llamaríamos “marca corporativa”.
La publicidad y el marketing (que designa un cojunto amplio de técnicas de comercialización en sentido bastante más amplio) nos rodea porque vivimos en un mundo de abundanacia en el que los fabricantes y profesionales ofrecen sus productos servicios a los consumidores compitiendo, muchas veces de forma feroz, entre ellos . Si solo se fabricaran productos y servicios necesarios, y no existiera competencia entre los ofertantes, no habría mercado ni necesidad de hacer publicidad.
El marketing puede llegar a molestarnos, sobre todo cuando nos enteramos de que los márketers analizan nuestras motivaciones para diseñar aquellos mensajes que llegarán mejor a nosotros. Conocer lo que piensan y quieren los consumidores es el primer paso para diseñar un Plan de marketing efectivo. Pero al final, todos vendemos algo, y el marketing y la publicidad servirá para que nos hagamos un hueco en el mercado y en la sociedad.
En un mundo tan complejo y competitivo, los profesionales inmobiliarios hemos tenido que aprender mucho de marketing para ponerlos al servicio de los propietarios que quieren vender su vivienda, en competencia con otros propietarios. Así que nos aprovecharemos de que “respiramos” publicidad para poder vender tu casa antes y a mejor precio. ¿Qué te parece?
Dionisio Escarabajal
Director creativo de Marketing